LA INTEGRACION DE LOS PUEBLOS A COSTA DE LA DESTRUCCIÓN DE NUESTRO PATRIMONIO CULTURAL




La arqueología como investigacion y recientemente a traves de los proyectos de evaluación viene desarrollándose en el Perú de manera significativa, pero no puede evolucionar en su gestion y atencion administraiva, debido al sistema burocrativo que no se ha ajustado a los cambios de la globalizacion como es el Instituto Nacional de Cultura (INC), institucion encargada del manejo y atencion, siendo el origen del problema la poca atencion que le brinda el Estado Peruano .

Actualmente el INC trabaja en la protección y promoción de los sitios arqueológicos e históricos y los bienes culturales muebles e inmuebles, la cual cuenta con pocos recursos, llevando a cabo una tarea difícil en donde la explosion de las obras de interes nacional y social por la presencia del Canon Minero y la firma del TLC, conlleva a una expancion urbana e industrial dificil de controlar.

A esto se suma la inconciencia y falta de identidad reflejada en algunos peruanos, autoridades, empresas estatales y privadas, que no miden las consecuencias de la ejecución de sus obras, que no contemplan previamente los estudios técnicos pertinentes y autorizaciones por parte de las instituciones correspondientes.

Como lo que viene ocurriendo con la zona arqueológica de Rapayan, ubicada en la zona de los Conchucos, provincia de Huari, asentado entre los límites de los departamentos de Ancash y Huanuco. La cual viene siendo destruida por la construcion de dos carreteras vecinales que no cuentan con evaluaciones arqueologicas previas y en donde se ha afectado estructuras prehispanicas que se asientan en toda una cadena de montañas que abarcan los distritos Huacchis y Rapayan, extendiendose hasta la ribera del rio Marañon y la provincia de Huanuco.

Se considera que las construcciones de Rapayan, son similares a las construcciones de Tantamayo, sitio arqueológico ubicado en la margen derecha del río Marañon, en el departamento de Huanuco.

En una vista previa que realice en el año 2008, como parte del grupo de arquieologos dle INC - Ancash, se verifico que un tramo de la carretera de integración Huari –Monzón-Tingo Maria, bordea el lado Norte del cerro donde se asienta la zona arqueologica, verificándose “in situ”, la apertura de la trocha con maquinaria pesada y dinamita, originando el corte y destrucción de terrazas y estructuras funerarias prehispánicas.

Ademas, la Munipalidad Distrital d e Rapyan en el presnete año conlcuyo la construccion de dos carreteras vecinales que se desplazan entre las cosntrucciones prehispanicas, donde pude comprobar en una de las tantas visitas que hice, la destruccion de evidencias arqeuologicas, hechos que fueron denunciados nate la fiscalia de Huari, desconociendose a la fecha los resultados y conociendose que las obras nunca fueorn paralizadas y las obras finalizadas.

Ante lo manifestado, no se esta pretendiendo prohibir la ejecución de las obras de desarrollo, sino hacer un llamado de atención a las autoridades competentes y reflexión a todos los Peruanos, que manejan el desarrollo de las poblaciones, con irresponsabilidad e imprudencia.

Se puede aprovechar la importante carretera de integración Huari – Monzón – Tingo Maria, para involucrar la zona Rapayan – Huari, y las carreteras vecinales dentro en un circuito turístico, pero esta obra debe ser ejecutada dentro de los lineamientos técnicos y administrativos correspondientes. Considerándose los respectivos Estudios de Evaluación Arqueológica, previos a la ejecución de obras civiles, tomándose de esta manera las medidas de prevencion correspondiente, ante la presencia de evidencias arqueológicas que se encuentren cerca y colindantes a las carreteras.

Nuestros recursos arqueologicos se deben manejar de una manera adecuada, creando el desarrollo y fuentes de trabajo inmediato a pobladores de la zona. Promoviéndose de esta manera un turismo concertado y organizado, con la participación de las instituciones competentes, gobierno regionales y locales.

Es momento de manejar los recursos con equidad y visión, con ayuda de proyectos auto-sostenibles y circuitos turísticos alternativos, ante la presencia de innegables recursos económicos del Canon Minero.